Desde el Hipódromo de San Isidro en Buenos Aires, para RADIOINNOVA; breve crónica de Santiago J. sobre el festival  LOLLAPALOOZA 2014. 

Un buen line-up de bandas, hizo que tuviera que seleccionar que banda ver y cual no. 


El primer dia se vieron buenas performances. Jake bugg un jóven músico dió un show sólido. Imagine Dragons tuvo un gran sonido y un importante marco de público. Julian Casablancas (cantante de The Strokes) quedó en el debe con un sonido realmente malo. La voz saturaba demasiado y el público por momentos se tapaba los oídos. Arreciaban las críticas al sonidista que perplejo no sabía si pedir un escudo antidisturbios o culpar a Casablancas que realizaba un cover de Reptilia (gran tema de Strokes) con cierta respuesta del defraudado público. Pero nada más.
Los franceses de Phoenix dieron un adrenalínico show entre imágenes del Palacio de Versace y el Arco del Triunfo. El indie o como quiera que le llamen agradecido con los galos.
Arcade Fire cerró el primer día con máscaras de cabezudos y su sonido límpido donde todo suena muy correcto y el barroquismo de sus arreglos da lujo, grandilocuencia y brillo al show. Una gran orquesta con tres percusionistas con coreografía.
La gran decisión del festival llegó luego; New Order y Nine Inch Nails tocaban en paralelo en escenarios distantes. Con la delegación que me acompañaba caminamos, casi corrimos y vimos a las dos bandas. Los de Manchester y toda su mística creada y cultivada desde que eran Joy Division (hiperinfluencia para muchos artistas de todo género) ya sin Hook dieron todo lo que de ellos se esperaba. Summer y Morris fueron el pulso y el público (varias generaciones) tenía pintada una sonrisa imborrable.
El rock industrial de Reznor y sus Nine Inch Nails tiene uno de los mejores shows del planeta y eso se confirmó con creces. Pura furia y electricidad. Sonidos de fábrica y bajos que impactaban en el cuerpo de los atónitos espectadores que se dejaban exorcisar. Violines tocados de forma poco ortodoxa, gritos, ruidos metálicos y una iluminación de alto vuelo compusieron uno de los mejores shows del festival. Reznor logra su objetivo. Esa noche me volví "fan".
Cuando saliamos entre la gente todavía entre atónitos y eufóricos, se divisaba a lo lejos una proyección en plena presentación de New Order que decía "Remenber Joy Division" mientras llegaban hasta nosotros nítidos los teclados dulces e incómodos de Love Will Tear us Apart. Muchos lamentamos la infidelidad de no asistir a ese cierre con nuestros viejos héroes de Manchester.

La retirada fue tortuosa debida a la gran demanda de transporte público no satisfecha y al gran tráfico. Muy lejos del centro donde "parabamos" , los taxistas cobraban precios altísimos y la gente se amontonaba en las paradas como heridos de guerra, pensando que esto no terminaba ahi.

En la próxima les contaré del segundo día con platos fuertes como El Mató, jhonny Marr y Red Hot Chilli Peppers. Hasta entonces

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